«La poesía de Efraín Bartolomé, poeta mexicano de voz universal, brota cual venero proteico de todos los acentos y culturas existentes (también de las que desaparecieron). Hay poetas que sólo pueden concebir del amor: adorar a la Diosa, dar a la Mujer aquello que de Ella han recibido: la vida. Bajo la cálida mirada de la Diosa seguimos los pasos del poeta, seducido desde su infancia por el poder femenino».

Extracto del prólogo de Soren Peñalver

«Efraín Bartolomé ha puesto su vida al servicio de la poesía tal y como lo haría un vates, un profeta. Si algo define su obra es la emoción, pero la antología que aquí nos reúne va más allá de la simple puesta en verso de experiencias vitales. Se trata de la exaltación del amor en su sentido más puro, un canto a la mujer y a esa fuerza avasallante, casi destructora —a veces— que es el amor. No hace falta mucho para defender la poesía de este poeta que entona un canto casi místico, que hace del verso casi carne, una carne que parece tocarnos en cada composición. Para Efraín, lo real y lo divino son lo mismo, como cuando cabalga como un potro o cuando canta a sus diosas, a su Diosa. Es como el aullido del lobo en mitad de la noche, como el estruendo del rayo, como la tormenta que se abate sobre nosotros. La rotundidad del Séneca romano o la devoción del Catulo más lesbio: eso es Cabalgar en las alas de la tormenta».

Extracto del epílogo de Noelia Illán

Efraín Bartolomé (Ocosingo, Chiapas, 1950) es uno de los poetas más destacados de México. Estudió Psicología en la UNAM y ejerce la psicoterapia en la práctica privada. Desde que iniciara su trayectoria literaria con la publicación de Ojo de jaguar en 1982, su obra ha merecido multitud de distinciones, como el Premio Nacional de Poesía Aguscalientes en 1984, el Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen en 1993 y el Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines en 1996. Además, el Gobierno de la República de México le otorgó el Premio Nacional al Mérito Forestal y de Vida Silvestre en 1994, por la contribución de su obra a la promoción de la conciencia de la Naturaleza como territorio sagrado. Ciudad bajo el relámpago (1983), Música solar (1984), Cuadernos contra el ángel (1987) o Partes un verso a la mitad y sangra (1997) son otros de sus libros más celebrados. Con el presente volumen,Cabalgar en las alas de la tormenta, el poeta nos brinda una sublime antología personal de su poesía amorosa.