Marrakech de cerca... para asistir al espectáculo diario de Djemaa el-Fna; saborear un típico tajín de pollo con limón y aceitunas; huir del calor a la sombra del patio de un riad; rendirse ante las delicias del vapor y el barro en un hammam; codiciar las túnicas bordadas a mano y las alfombras bereberes de Rue de la Liberté o quedarse boquiabierto frente a las pastelerías de ville nouvelle.