Amphigorey
Editorial VALDEMAR EDICIONES, S.A.
España peninsular
Edward Gorey, nacido en Chicago en 1925 y recientemente desaparecido, en abril de 2000, ha sido, sin lugar a dudas, uno de los autores e ilustradores norteamericanos más personales, originales e interesantes de la segunda ...
Leer más...- Editorial VALDEMAR EDICIONES, S.A.
- ISBN13 9788477023814
- ISBN10 8477023816
- Tipo LIBRO
- Páginas 384
- Colección Avatares
- Año de Edición 2006
- Idioma Castellano
- Encuadernación Cartone
Materias
Libro Ilustrado/adultosAmphigorey
Editorial VALDEMAR EDICIONES, S.A.
Edward Gorey, nacido en Chicago en 1925 y recientemente desaparecido, en abril de 2000, ha sido, sin lugar a dudas, uno de los autores e ilustradores norteamericanos más personales, originales e interesantes de la segunda ...
España peninsular
Detalles del libro
Autodidacta y excéntrico -vivió la mayor parte de su vida completamente solo, rodeado de sus gatos, libros y discos, y cultivando su gran pasión por el ballet-, Edward Gorey comenzó trabajando como director artístico en la editorial neoyorquina Doubleday y dedicando las noches a trabajar con gran empeño en sus propios libros. No obstante, debido al rechazo de los editores, que consideraban escandaloso el chocante y absurdo humor negro de sus obras, hubo de fundar su propia editorial, Fantod Press, y hasta distribuir y vender sus propios libros ilustrados. Su primera y peculiar mininovela, The Unstrung Harp (El arpa no encontrada) apareció en 1953. A ella le seguirían The Listing Attic (El desván del listado, 1954) y The Object Lesson (El ejemplo práctico, 1958). Sin embargo, sus creaciones no alcanzaron al gran público hasta que en 1972 la editorial Putnam publicó la antología que hoy presentamos, Amphigorey, cuyo éxito propició la aparición posterior de otros dos excelentes recopilatorios: Amphigorey Too (1974) y Amphigorey Also (1983), y elevó a su autor a la categoría de ilustrador de culto.
Para definir los dibujos y las historias de Gorey podríamos remitir al lector a una tradición de ilustradores irrepetibles entre los que estarían sin duda Odilon Redon, Arthur Rackham, Alfred Kubin, Roland Topor, o, más recientemente, Tim Burton.