Anoche soñé con la paz. Diario de una joven vietnamita
Editorial EDICIONES TEMAS DE HOY, S.A.
España peninsular
En lo profundo de la selva una joven doctora norvietnamita empieza un diario... la envuelven el eco de las bombas, los gemidos de los heridos, y el penetrante olor de la pólvora... estamos en el corazón de Vietnam, en el corazón de la guerra. Este...
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- ISBN13 9788484607106
- ISBN10 8484607100
- Tipo LIBRO
- Páginas 280
- Colección PRIM-PERSONA
- Año de Edición 2008
- Idioma Castellano
- Encuadernación Rústica
Materias
Historia De AsiaAnoche soñé con la paz. Diario de una joven vietnamita
Editorial EDICIONES TEMAS DE HOY, S.A.
En lo profundo de la selva una joven doctora norvietnamita empieza un diario... la envuelven el eco de las bombas, los gemidos de los heridos, y el penetrante olor de la pólvora... estamos en el corazón de Vietnam, en el corazón de la guerra. Este...
España peninsular
Detalles del libro
En lo profundo de la selva una joven doctora norvietnamita empieza un diario... la envuelven el eco de las bombas, los gemidos de los heridos, y el penetrante olor de la pólvora... estamos en el corazón de Vietnam, en el corazón de la guerra. Este diario recoge las vivencias reales de la joven y apasionada doctora Tram durante dos años (hasta que es asesinada por las fuerzas de asalto norteamericanas); en él habla tiernamente de su devoción a la familia y a los amigos, de los horrores de la batalla, de su anhelo por reencontrarse con su amado, y de su lucha por probar su lealtad a su país... Es, en fin, un dibujo fiel de la fragilidad y al mismo tiempo de la fortaleza del ser humano, un retrato de la guerra, que como la misma guerra resulta a veces crudo y a veces poéticamente bello.Conservado hasta nuestros días gracias a la osadía de un oficial norteamericano que lo guardó clandestinamente, este diario es un extraño documento que remonta los tiempos y transciende culturas para dejar testimonio de lo que es verdaderamente la lucha; no en vano, el traductor vietnamita que acompañaba al soldado que descubrió el diario y que tenía orden de eliminar todo aquello que no tuviera valía militar, le advirtió antes de que éste lo lanzara a las llamas: No lo queme... ya hay fuego en él. Tenía razón... y hoy vuelven a arder sus palabras.