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El pasado proporciona enseñanzas para el presente y el futuro. Si estudiamos aquella España poderosa del siglo XVI, podemos obtener provechosas enseñanzas para los tiempos actuales, en los que hay aún tantas gentes sin libertad política ni religiosa, sin democracia ni prosperidad, ni cultura. La España poderosa a escala mundial representaba una ideología, el catolicismo, en lucha permanente con la herejía, la Reforma y el Islam. Fue la primera nación europea en tener una leyenda negra. El libro antiinquisitorial de González Montes es su principal punto de arranque.

Sanctae Inquisitionis Hispanicae artes aliquot detectae, ac palam traductae., obra editada por primera vez en Heidelberg en 1567, es importante tanto por su contenido como por su expresión, también por la difusión alcanzada. Los ideales de corte erasmiano que en la misma se contienen: universalidad, crítica, racionalidad, libertad, solidaridad, pacifismo, así como las inequívocas posturas en contra del racismo, la xenofobia, el antisemitismo y la tolerancia conforman una buena base filosófica de nuevos valores, en pleno siglo XVI, y de máximo auge en nuestros días.

La defensa de la libertad de pensamiento es constantemente propugnada. La preocupación por los temas educativos está siempre presente. El autor de la obra antiinquisitorial va progresivamente mostrándose como un hombre amante de la libertad, amante de sus compatriotas, y amante, sobre todo, del respeto a las conciencias de las personas.