Irene vive encerrada entre las cuatro paredes de su casa. Sólo una mirilla a la que se asoma subida a un escabel, le da una visión del mundo exterior mientras Javier, su pareja, trabaja en tierras holandesas.

Un oscuro pasado mantiene a Irene enclaustrada desde hace años en su cueva de sombras. A lo largo de una semana, nos cuenta su historia y las razones de su reclusión. El miedo gobierna su vida, pero Irene mantiene viva la esperanza porque tiene un plan. Un plan sencillo que le alejará paso a paso del laberinto de temores en el que vive presa. Pero una carta anónima lo va a desbaratar todo. Una carta de la que, sin embargo, Irene conoce el remitente.

El pánico se hace dueño de sus días y mientras aguarda ansiosa la vuelta de Javier, algunos inesperados aliados se colarán en la espera tratando de redimirla. Esther Aparicio vuelve a atrapar a sus lectores con su elegante narrativa que sorprende y emociona en cada párrafo. Una historia plagada de intriga en la que lo cotidiano se funde con lo imprevisto.