Con la risa en los huesos. Los mejores cuentos de humor aparecidos en Valdemar
Editorial VALDEMAR EDICIONES, S.A.
España peninsular
El filósofo griego Aristóteles dedicó a la risa el segundo libro de su Poética. El texto se perdió, y desde entonces la risa sigue escondiendo –tal vez por ventura– su verdadera naturaleza. Hombres ta...
Leer más...- Editorial VALDEMAR EDICIONES, S.A.
- ISBN13 9788477026006
- ISBN10 8477026009
- Tipo LIBRO
- Páginas 352
- Colección El Club Diógenes #259
- Año de Edición 2008
- Idioma Castellano
- Encuadernación Rústica
Materias
Antologia De CuentosCon la risa en los huesos. Los mejores cuentos de humor aparecidos en Valdemar
Editorial VALDEMAR EDICIONES, S.A.
El filósofo griego Aristóteles dedicó a la risa el segundo libro de su Poética. El texto se perdió, y desde entonces la risa sigue escondiendo –tal vez por ventura– su verdadera naturaleza. Hombres ta...
España peninsular
Detalles del libro
El filósofo griego Aristóteles dedicó a la risa el segundo libro de su Poética. El texto se perdió, y desde entonces la risa sigue escondiendo –tal vez por ventura– su verdadera naturaleza. Hombres tan dispares como Freud, Schopenhauer o Hobbes quisieron atribuirla a diferentes motivaciones más o menos conscientes.
El humor escrito alcanzó su apogeo en la Inglaterra del siglo XIX, consolidándose como un género literario que abarcaría multitud de registros: la sátira corrosiva deThomas De Quincey, el disparate de Lewis Carroll, las situaciones cómicas de Saki, e incluso el humor negro relacionado con la tradición gótica de Walpole o Swift, por no hablar de sus herederos norteamericanos, como Mark Twain o Ambrose Bierce.
Con la risa en los huesos reúne veinticinco relatos de otros tantos autores que recorren en buena medida esta tradición anglosajona en sus diversos matices: del talante ácido de Oscar Wilde al deseo moralizador de Kipling, del existencialismo de Kafka y Harvey a la inocencia abrumadora de Milne; no faltan tampoco el exotismo de Mary Kingsley o Fitz James O'Brien, la burla despiadada de Bierce, o el más puro nonsense en manos del maestro Chesterton.