La alimentación humana constituye una de las actividades más polivalentes y expresivas. La comida es un elemento básico en el intercambio cultural y, en general, en el establecimiento y mantenimiento de la sociabilidad.
A través de su accesibilidad, distribución y consumo, los alimentos marcan tanto semejanzas como diferencias étnicas y sociales. Los usos dados a la comida identifican y clasifican a las personas y a los grupos, expresan formas de concebir el mundo e incorporan un gran poder material y simbólico hasta el punto de evidenciar que, en efecto, Somos lo que comemos.
Por esta misma polivalencia, la alimentación humana es objeto de estudio de múltiples disciplinas, entre ellas la Antropología Social. Lo alimentario, por su carácter de proceso transversal, cruza todos los ámbitos de interés antropológico: la salud, el género, las migraciones, el consumo, la religión, entre otros. En España la emergencia de la Antropología de la Alimentación es relativamente reciente, pero nos hallamos ante un espacio fructífero y de fuerte proyección. Somos lo que comemos recoge una muestra significativa de los trabajos llevados a cabo en nuestro país y del tipo de cuestiones planteadas en torno a la comida.