Cesta de la compra

Dios, la historia y el hombre: el progreso divino en la historia

Autor Rafael Sánchez Saus

Editorial EDICIONES ENCUENTRO, S.A.

Dios, la historia y el hombre: el progreso divino en la historia
-5% dto.    14,50€
13,77€
Ahorra 0,72€
Disponible online, recíbelo en 24/48h laborables

¿Quieres recogerlo en librería?
Envío gratis a partir de 19€
España peninsular

El presente ensayo es una audaz reflexión sobre el inagotable problema del significado y el progreso de la historia y, por ende, de la presencia de Dios en la historia y entre los hombres. Frente al desvanecimiento d...

Leer más...
  • Editorial EDICIONES ENCUENTRO, S.A.
  • ISBN13 9788490559178
  • ISBN10 8490559171
  • Tipo LIBRO
  • Páginas 124
  • Colección ENCUENTRO #
  • Año de Edición 2000
  • Idioma Castellano
  • Encuadernación Rústica

Dios, la historia y el hombre: el progreso divino en la historia

Autor Rafael Sánchez Saus

Editorial EDICIONES ENCUENTRO, S.A.

El presente ensayo es una audaz reflexión sobre el inagotable problema del significado y el progreso de la historia y, por ende, de la presencia de Dios en la historia y entre los hombres. Frente al desvanecimiento d...

-5% dto.    14,50€
13,77€
Ahorra 0,72€
Disponible online, recíbelo en 24/48h laborables

¿Quieres recogerlo en librería?
Envío gratis a partir de 19€
España peninsular

Detalles del libro

El presente ensayo es una audaz reflexión sobre el inagotable problema del significado y el progreso de la historia y, por ende, de la presencia de Dios en la historia y entre los hombres.

Frente al desvanecimiento del sentido y de la finalidad en la historia sucedido en los últimos cincuenta años, y a la vieja pretensión historicista, su autor asume la tarea de proponer, a partir de una visión cristiana de la historia, una vía «media» que nos permita recuperar algunas certezas sobre el sentido de las cosas.

Para llevar a cabo este recorrido se parte de un dato esencial: el cristianismo es una fe basada en un conjunto de hechos perfectamente inscribibles en un tiempo y una geografía bien precisos y que, por tanto, se encarna en la historia al igual que Jesús de Nazaret se encarnó en un día y un lugar exactos. Esto permite y exige de la Iglesia un diálogo continuo con la historia, con los hombres y mujeres de todos los tiempos, al igual que Jesús hiciera con las personas a las que encontró en las ciudades y los caminos de Palestina.