Durante varios años viajó por tierra, mar y aire a través de Rusia, desde las montañas del Cáucaso hasta el estrecho de Bering, desde la remota Vladivostok hasta la península de Kola, desde el océano Glacial Ártico a Sevastopol, siempre relacionándose con las gentes locales y aprendiendo acerca de sus costumbres y su cultura gracias a hablar ruso fluidamente.

Su lectura no solamente interesará y seducirá a los viajeros que se aventuren a visitar todas las maravillas de Rusia, sino también a aquellas personas que deseen conocer mejor la idiosincrasia de un pueblo tan singular y enigmático como es el ruso.