La vida no siempre es sencilla; resulta imposible vivir sin encontrar momentos de crisis, dolor o cambios importantes. Sin embargo, no siempre somos conscientes del papel crucial que todos ellos desempeñan en nuestro proceso de crecimiento y evolución.

Mientras algunas personas se desmoronan por completo y jamás se recuperan de una situación crítica, muchas otras resurgen renovadas y transformadas, con una nueva sensación de compromiso con su propio potencial, dotadas de un sorprendente reconocimiento de lo «sagrado» y con una mayor sensibilidad frente a los demás.

Los dioses del cambio, un auténtico clásico de la astrología, nos enseña a responder a los intensos tránsitos de Urano, Neptuno y Plutón y a reconocer lo que sucede cuando estos planetas exteriores transitan por nuestra carta astral. Howard Sasportas combina en esta obra sus profundos conocimientos psicológicos con su experiencia práctica como astrólogo para enseñarnos a ver las crisis de la vida como oportunidades de crecimiento y evolución.

Aunque la desorganización asociada con Urano no se parece a la confusión neptuniana ni al impacto demoledor de Plutón, los tránsitos de los planetas exteriores son los que con mayor frecuencia marcan los puntos críticos de nuestra evolución personal.

Cada uno plantea dilemas que le son propios, con su tipo preciso de trauma, prueba o sufrimiento, por lo que, si aprendemos a trabajar con ellos, conseguiremos fluir con lo inevitable, encontrar el significado y el diseño que se ocultan en los periodos de trastorno y desconcierto, y descubrir profundidades desconocidas en nosotros mismos.

Con una maestría en Psicología Humanística por la Universidad de Antioch en Nueva York, Howard Sasportas se mudó a Londres en 1973 para estudiar astrología en la Facultad de Estudios Astrológicos, y seis años más tarde recibió la Medalla de Oro de FAS. En 1983, junto con Liz Greene, fundó el Centro de Astrología Psicológica, que llegó a convertirse en una de las escuelas más influyentes del mundo. Además de ser muy admirado como maestro, también fue un autor productivo cuyas obras (como Las Doce Casas, El desarrollo de la personalidad y La dinámica del inconsciente) se caracterizaron por su lenguaje claro y perspicaz.

En los últimos años de su vida, la deformidad congénita de columna vertebral que sufría Sasportas deterioró mucho su salud. Murió en 1992 en presencia de sus amigos más cercanos «en paz y demostrando gran coraje y consciencia», tal como explica la astróloga Erin Sullivan.

Si la astrología consiguió superar algunos de los prejuicios ampliamente extendidos en el mundo anglosajón durante los años ochenta y noventa fue, en parte, gracias a su trabajo.