Este libro es una de las obras filosóficas más importantes de Frithjof Schuon, en el sentido de que contiene largos capítulos dedicados a cuestiones específicamente filosóficas, como el relativismo, la noción de lo concreto y lo abstracto y el racionalismo, así como las pruebas de Dios. Sin embargo, la dimensión estrictamente filosófica no es la única que encontramos aquí, pues el autor dedica otros capítulos a problemas relativos a la teología cristiana y a la islámica, así como a cierto número de importantes cuestiones de la vida espiritual en estudios que tratan sobre la alquimia de los sentimientos, el simbolismo del reloj de arena, el problema de las cualificaciones, el amor a Dios, la comprensión y la fe o la naturaleza y la función del maestro espiritual. En otros capítulos se estudian también la función de las imágenes sagradas y las verdades y errores existentes en torno a la belleza, así como el papel del demiurgo en la mitología de los indios norteamericanos y el Voto de Dharmakara. Se trata, como se puede ver por este breve sumario de su contenido, de un libro especialmente rico en ideas y doctrina que sienta las bases de la perspectiva intelectual de la sophia perennis y aclara cuestiones problemáticas y debatidas como sólo podía hacerlo la alta autoridad intelectual y espiritual de Frithjof Schuon.