Esta edición crítica de la "Filosofía cortesana" ha sido realizada por Ernesto Lucero e incluye un estudio introductorio donde se despliega una nueva perspectiva de lectura a partir de los estudios sobre la Corte.

La "Filosofía cortesana" es una obra clave en la tradición del discurso cortesano en lengua castellana, que tiene en autores como Baltasar de Castiglione y Baltasar Gracián algunas de sus cimas. Al tiempo, la obra de Barros constituye un hito de la literatura gráfica del juego en los Siglos de Oro.

Alonso de Barros se vale para representar la vida y las vicisitudes de un pretensor en la corte madrileña de Felipe II de un juego de tabla de procedencia italiana y de moda a finales del siglo XVI: el juego de la oca. La obra se compone de un libro y de un tablero con el recorrido espiral de las 63 casas características -que se ofrece como pieza separada en esta edición-. La "Filosofía cortesana" se convierte así en la primera representación de la oca en la ludoteca española, muy anterior al ejemplar balear de la imprenta Guasp, datado c. 1652, y en la primera adaptación metafórica de la historia de este juego en cualquier dirección.

Barros modifica las casillas especiales de origen (la Oca, el Pozo, el Laberinto...) para representar icónicamente los avatares que conducen -o no- a la obtención de favores y prebendas, es decir, al medro cortesano: la Casa del Privado, el Trabajo, el Paso de la Esperanza, el Pródigo, la Pobreza, la Palma de la Victoria o la Muerte del Valedor son algunas de esas circunstancias que el hombre de corte debe afrontar y que aquí quedan representadas. Cada casa se concibe como un emblema, donde la imagen o "icon", lleva un título a modo de lema y va acompañada de una letra rimada o epigrama, que sintetiza o aclara su significado. El conjunto resultante es también una de las primeras manifestaciones españolas del género.

El libro contiene las reglas del juego, así como el comentario que explicita las relaciones cortesanas entre los jugadores, uniendo a lo lúdico una finalidad didáctica y una novedosa interpretación de la ética cortesana, fundada en la tecnificación de la conducta, que consiste en la adopción de una serie de procedimientos y estrategias, como el esfuerzo personal, la diligencia, la adulación y la liberalidad, que permitirían al cortesano eludir los vaivenes de Fortuna y lograr una mejora de su situación personal, en consonancia con las ideas políticas de la facción castellanista a la que pertenecen tanto el autor como su patrón, el secretario real Mateo Vázquez de Lecca.