En el ámbito de la grafología actual, es imprescindible su aplicación al colectivo de las personas mayores. En la actualidad, las personas comprendidas entre la edad de la jubilación y la avanzada longevidad (desde los 60 a los 95 aporximadamente) constituyen una parte muy importante de la población y sus necesidades y preferencias se consideran un desafío para la sociedad. Es obvio que los grafólogos no pueden estar ajenos a esta realidad. Además, los adultos mayores pertenecen a un gremio familiarizado toda su vida con la escritura manuscrita, lo que genera en sus integrantes un crecido interés por conocer todos los aspectos relativos a esta vía de comunicación.