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La bio-lógica del superego o el miedo al otro y su posible sanación (La lógica del síntoma II)

Autor Laurent Daillie

Editorial EDITORIAL BÉRANGEL

La bio-lógica del superego o el miedo al otro y su posible sanación (La lógica del síntoma II)
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El psicoanálisis freudiano define el superego como una estructura moral y judicial inducida por nuestra educación que hace que tengamos la noción del bien y del mal. A no ser que se trate de un miedo animal con el que todos llegamos al mundo. B...

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  • Editorial EDITORIAL BÉRANGEL
  • ISBN13 9782370660183
  • ISBN10 237066018X
  • Tipo LIBRO
  • Año de Edición 2016
  • Idioma Castellano
  • Encuadernación Rústica

La bio-lógica del superego o el miedo al otro y su posible sanación (La lógica del síntoma II)

Autor Laurent Daillie

Editorial EDITORIAL BÉRANGEL

El psicoanálisis freudiano define el superego como una estructura moral y judicial inducida por nuestra educación que hace que tengamos la noción del bien y del mal. A no ser que se trate de un miedo animal con el que todos llegamos al mundo. B...

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Detalles del libro

El psicoanálisis freudiano define el superego como una estructura moral y judicial inducida por nuestra educación que hace que tengamos la noción del bien y del mal. A no ser que se trate de un miedo animal con el que todos llegamos al mundo. Basta con observar el comportamiento de los mamíferos sociales para convencernos: ellos también evitan transgredir lo prohibido para no ser sancionados.

 

El fundamento del superego no es la consciencia del bien y del mal, sino el miedo al Otro y a su posible sanción en términos de rechazo o de violencia, una situación potencialmente mortal. Es preciso volver al contexto de nuestros lejanos orígenes para entenderlo: en la naturaleza, ser rechazado equivale a una condena a muerte; en cuanto a la violencia, puede llegar a ser letal o provocar graves heridas.

 

Para evitarlo, nuestro cerebro arcaico nos manipula permanentemente. Por ejemplo, hace que estemos obsesionados con la necesidad de ser amables e irreprochables para gustar al Otro y sobre todo para no disgustarle, y que en consecuencia nunca seamos nosotros mismos. En el mejor de los casos nos perturbará durante nuestra evolución, pero también puede llegar a bloquearnos hasta el punto de caer enfermos, tanto en sentido literal como en sentido figurado, debido a una serie de somatizaciones que tengan esta causa.

 

Este miedo hace que a menudo nos atormente la culpabilidad, la vergüenza, los remordimientos, el arrepentimiento y la humillación. Hace que temamos el juicio del Otro, seamos tímidos y nos ruboricemos, desconfiemos de nosotros mismos y tengamos miedo a hablar en público. A veces nos obliga a mentir, a menudo impide que digamos que no y provoca que siempre nos hagamos la misma pregunta: ¿Qué pensarán de mí?