¿Cómo los profesores universitarios de las “mejores” universidades científico-tecnológicas del mundo pueden todavía ejercer con gusto la tarea docente o mantenerla serenidad indispensable para pensar, cuando tienen que dedicar la mayor parte de su tiempo a recaudar fondos, a las tareas de gestión o al marketing? ¿Cómo sería una universidad sin “controlling” burocrático? El actual sistema universitario ¿no ha provocado la muerte de la imaginación y de la libertad que requiere la creación intelectual? A estas cuestiones cruciales responde Libero Zuppiroli en esta reflexión, no exenta de humor, sobre la universidad y la educación. Se trata de una sátira mordaz que parte del ejemplo de la Escuela politécnica federal de Lausanne, convertida en el paradigma de la universidad de hoy. Su pluma arremete sin piedad contra la ciencia de pacotilla con-vertida en espectáculo mediático y la investigación aplicada inaplicable, para acabar sumergiéndonos en el mundo imaginario de una universidad llamada Utopía en la que se piensa más. La burbuja universitaria acaba en la estela de Tomás Moro.