La Memoria Invisible es un camino, un tablero, una pesadilla y un Deus Ex Machina.

Un camino que empieza cuando la mitad travestida de Trinidad, un pobre loco tocado por la maldición del cielo, despierta a su homónimo masculino, que se encuentra retenido en un hospital y forzado a recuperarse de una anorexia severa, obligándole a ponerse en marcha e iniciar una deriva que necesariamente deberá liberarle.

Un tablero para un juego de la oca surrealista, en el que los personajes secundarios son integrantes de organizaciones como la Mafia del Karma, Moiras regentes de la Cáscara de Nuez, ángeles encarcelados en jaulas oxidadas y médicos conspiradores.

Una pesadilla que rompe con el sentido convencional de la narrativa para explicarnos la historia mediante una lógica difusa e intangible.

Un Deus Ex Machina gracias al cual tanto el protagonista como el mismo lector reciben, al tiempo, las pistas necesarias para avanzar a través de la blanda cartografía del tablero; facilitando en la medida de lo posible la transición hacia el Samadhi, que es a la vez un futuro roto, una iluminación y un presente probable, donde el concepto de "realidad" se rehará a sí mismo o desaparecerá para siempre.