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La parte del fuego: la literatura y el derecho a la muerte

Autor Maurice Blanchot

Editorial ARENA LIBROS

La parte del fuego: la literatura y el derecho a la muerte
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  • Editorial ARENA LIBROS
  • ISBN13 9788495897572
  • ISBN10 8495897571
  • Tipo LIBRO
  • Colección TIEMPO AL TIEMPO #13
  • Año de Edición 2000
  • Idioma Castellano
  • Encuadernación Rústica con solapas

La parte del fuego: la literatura y el derecho a la muerte

Autor Maurice Blanchot

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Detalles del libro

"La parte del fuego" es una monumental meditación acerca de la creación literaria. No sólo es una colección de impresionantes lecturas de la obra de poetas (Mallármé, Hölderlin, Baudelaire, Rimbaud, René Char, los surrealistas), de narradores (Kafka, Sartre, Gide, Leiris, Constant, Miller, Malraux, Hemingway, Lautréamont) y de pensadores o filósofos (Nietzsche, Pascal, Valèry, Paulhan), sino también el renovado intento de Maurice Blanchot por responder a una pregunta cuya respuesta se escabulle en el misterio de su propio modo de ser: ¿qué es la literatura? A esta pregunta La parte del fuego, en su ensayo final («La literatura y el derecho a la muerte»), responderá con enorme gravedad: la literatura es lenguaje, el lenguaje que «lleva consigo la muerte y permanece en ella». Eso es lo mismo que también dice su título: la literatura es la «parte del fuego».


¿La parte del fuego? El sentido de esta expresión francesa no es fácilmente accesible a su lector español: «faire la part du feu» significa el acto por el cual se acepta perder una parte para preservar el resto, como sucede cuando, en un incendio, ante la imposibilidad de sofocar de inmediato las llamas, se orienta el fuego en una dirección —lugar donde todo quedará consumido (la parte del fuego)—, con el objeto de que lo demás permanezca intacto y a salvo.


Según la analogía de "La parte del fuego", para todo lo que existe, ningún otro acontecimiento es comparable al momento en que fue susceptible de ser nombrado. El lenguaje extiende entonces su soberanía sobre eso nombrado a la manera de un incendio capaz de arrasarlo todo: todo desaparece en el habla que lo nombra, todo se apresura a hundirse en una ausencia irreparable. La literatura, que es lenguaje, prolonga ese mismo movimiento de un modo sorprendente: sus palabras, como todas, hacen la ausencia, pero ellas mismas prolongan más lejos aún su movimiento y quieren hacerse ausentes, ser esta misma ausencia. Y tal vez llegan a serlo en la obra de todos aquellos que han llevado esta labor hasta su extremo, pero con el resultado (decepcionante, pero ahí estará el misterio de su gloria) de que, en lugar de la ausencia total, una y otra vez y de múltiples maneras, sólo tienen la presencia de esa misma ausencia así creada. Es decir, la «parte del fuego» (la literatura), que es lo que desaparece, a su vez, en cuanto que apunta a lo que desaparece, es lo que no puede desparecer o, y es lo mismo, algo imposible que no puede dejar de aparecer.