Este libro, ambicioso y lúcido, desarrolla la visión de un futuro liberal para España basada en tres premisas: un orden de libertad que garantice la mayor libertad posible de los individuos en el respeto mutuo, un patriotismo cívico subordinado a ese orden, y un margen de juego para quienes asuman una ética de la liberalidad o la magnanimidad.
Ese futuro deseable y posible será más o menos probable según como resuelvan los españoles sus problemas de hoy. El autor hace balance de estos problemas y sus tendencias. El país crece, madura y se ve con capacidad para tener voz en Europa, pero no se sabe áun cuál es el contenido de esa voz. se enfrenta con un futuro que pudiera ser uno de libertades y de relativa plenitud, cretivo, con una economía abierta, un marco institucional flexible y una ciudadanía activa. Nadie puede garantizar el resultado, porque el futuro permanece abierto 'como un drama a la espera de un desenlace que no llega nunca'.