Cesta de la compra

Antología marxista

Autor Richard J. Anobile

Editorial PLOT EDICIONES

Antología marxista
-5% dto.    23,00€
21,85€
Ahorra 1,15€
No disponible, consulte disponibilidad
Envío gratis
España peninsular

áLos tres hermanos Marx fueron en su origen cinco más una madre. A ninguno de ellos, con la excepción de Minnie, su madre, se le conocía por su nombre verdadero -al menos entre el público. El primogénito fue Leonard. Seguido de Adolph, Milton, ...

Leer más...
  • Editorial PLOT EDICIONES
  • ISBN13 9788486702151
  • ISBN10 8486702151
  • Tipo LIBRO
  • Páginas 288
  • Colección CINE
  • Año de Edición 2005
  • Idioma Castellano
  • Encuadernación Rústica

Antología marxista

Autor Richard J. Anobile

Editorial PLOT EDICIONES

áLos tres hermanos Marx fueron en su origen cinco más una madre. A ninguno de ellos, con la excepción de Minnie, su madre, se le conocía por su nombre verdadero -al menos entre el público. El primogénito fue Leonard. Seguido de Adolph, Milton, ...

-5% dto.    23,00€
21,85€
Ahorra 1,15€
No disponible, consulte disponibilidad
Envío gratis
España peninsular

Detalles del libro

áLos tres hermanos Marx fueron en su origen cinco más una madre. A ninguno de ellos, con la excepción de Minnie, su madre, se le conocía por su nombre verdadero -al menos entre el público. El primogénito fue Leonard. Seguido de Adolph, Milton, Julius y Herbert. En el oficio, se les conocía, por ese orden, como Chico, Harpo (que antes se había hecho llamar Arthur), Gummo, Groucho y Zeppo. El pater Marx era sastre, pero Minnie era la mismísima Señora del espectáculo. Y maquillaba a sus hijos incluso antes de destetarlos y, cuando estos aún eran unos adolescentes, formó junto a ellos una compañía de vodevil. Luego esto se quedó en Los cuatro hermanos Marx. Antes del final de la Primera Guerra Mundial (un absurdo problemilla en el que ellos no tuvieron nada que ver), ya se les conocía por sus nuevos apodos y Zeppo, que antes no se había unido a ellos por ser demasiado joven, había reemplazado a Gummo, quien aparentemente se había dado cuenta de que había fuentes de ingresos más estables que la de dejar que la gente se ría de uno. Sin embargo, Zeppo se vio condenado a ser el más soso de los Marx, y también él abandonó los escenarios más tarde.

ááá Desarrollaron su estilo, por increíble que parezca, durante una gira por Texas, cuando el público abandonó el local en mitad de su actuación para contemplar una mula obstinada que había en la calle. Hartos, los hermanos comenzaron a paradiar su propio número y, mirabile dictu, les contrataron. En 1924 dejaron el vodevil y establecieron su propio espectáculo: 'I'll Say She Is', en Nueva York. Alexander Woollcott, un crítico más propenso al llanto que a la risa, los vio, le encantaron y los lanzó al estrellato. Los Marx se pusieron de moda, pero al contrario que otros éxitos del momento, también entusiasmaron a quienes no estaban de moda.