Manhattan, 1953. Mary Cantwell decide dejar atrás su anodina ciudad natal para probar suerte en la gran ciudad. Tiene 22 años, 80 dólares en la cartera y una máquina de escribir.

Más rápido de lo que esperaba, Mary se ve casada con un agente literario y viviendo en el Village. Alterna su trabajo como redactora en una revista de moda con las labores propias de una ama de casa. Pronto llegarán y se irán los viajes a Europa, las veladas sofisticadas y sus dos hijas... siempre le quedará Manhattan.