La arquitectura tradicional, la practicada por el hombre desde hace siglos, ha seguido lo que ahora denominamos arquitectura ecológica. Los muros de las casas siempre han sido gruesos en lugares cálidos y secos, y los tejados de los climas tropicales han utilizado históricamente material vegetal que permitía la ventilación de los interiores.

Con la industrialización y los avances técnicos muchos de estos conocimientos quedaron relegados a un segundo plano. La constatación de la necesidad de construir con criterios de sostenibilidad, un concepto formalizado por primera vez en el documento conocido como Informe Brundtland (1987), fruto de los trabajos de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, ha conseguido en los últimos años, no sólo recuperar estas ideas, sino desarrollar toda una industria que se preocupa por unas edificaciones sostenibles y duraderas.

El lector encontrará en este libro una recopilación de principios y prácticas del proyecto arquitectónico sostenible a través de la selección de los últimos trabajos en arquitectura residencial ecológica.