El libro invita a levantar las banderas de la psicoterapia basada en evidencia, la integración de escuelas y el respeto a la singularidad de cada caso. El espíritu de la niñez y la adolescencia como campo de problemática e intervención específicos están presentes desde el índice, que enumera los temas a abordar en clave de literatura fantástica, sumergiendo de lleno al lector en la especificidad que el desarrollo le imprime al campo de la psicoterapia.
Un temario extenso conduce a reflexionar sobre tópicos claves en el desarrollo infantojuvenil: la discapacidad, los trastornos alimentarios, la adquisición de la autonomía, los miedos y sus trastornos. Junto a una exposición sólida de la problemática, los capítulos hacen hincapié en las herramientas clínicas disponibles.
Los terapeutas también son objeto de interés en este libro, que propone nuevas vueltas de tuerca a la temática de la formación y el entrenamiento necesarios y suficientes para tratar pacientes en forma idónea.
Los autores brindan de una forma clara y honesta su experticia clínica, y logran volver transmisible aquello más o menos inefable que sucede en los procesos terapéuticos y en el encuentro terapeuta-paciente. La abundancia de ejemplos clínicos y la exposición de dudas que se plantean los autores son de interés tanto para el psicoterapeuta que se inicia, que verá en la obra una versión menos académica y más fiel del trabajo cotidiano, como del colega con experiencia interesado en el intercambio horizontal de experiencias clínicas.
La presencia de tópicos específicos de la clínica con niños y adolescentes, la inclusión de aspectos técnicos sobre las cualidades/capacidades del terapeuta, y la honesta generosidad con que los autores abren las puertas de su consultorio para transmitir la clínica tal como es, hacen de este libro una rara avis de las estanterías especializadas.