El derecho de reunión protege la expresión colectiva de opiniones, el intercambio o exposición de ideas, la defensa de intereses, el dar a conocer públicamente problemas, reivindicaciones o protestas. Y a esta delimitación conceptual, la Constitución aúna una serie de facultades de actuación a su titular: la libertad para elegir el contenido de las ideas que se pueden comunicar, sin que los poderes públicos puedan someterlas a controles de oportunidad política; el lugar donde se puede llevar a cabo la protesta o comunicación de ideas, por lo que solo excepcionalmente podrá prohibirse la celebración de una reunión o modificar su recorrido; y el cómo o a través de qué instrumentos se pueden realizar aquellas, porque una ?reunión pacífica??lo que exige la Constitución? no es una ?reunión beatífica?. Una reunión sigue siendo pacífica aunque en su curso se produzcan conductas que incomoden u ofendan a personas opuestas a las demandas o reivindicaciones que la reunión promueve, incluso conductas que deliberadamente impidan u obstruyan las actividades de terceros; es decir, actuaciones de resistencia pacífica como bloqueos, cortes de carreteras o sentadas.

Por todo ello, el derecho de reunión, entrelazado con la libertad de expresión y como cauce del principio democrático participativo, cumple la función de ser uno de los ejes vertebradores del Estado social y democrático de derecho.

Los derechos de reunión y manifestación van unidos en todas las declaraciones de derechos al derecho a la libertad de expresión. También en los tiempos de pandemia podemos manifestarnos. La expresión de este derecho puede ser muy plural y sus finalidades muy diversas. Votar es una forma de ejercer el derecho de manifestación. El trabajo de Mercè Barceló nos acerca con maestría al contenido de este derecho, sus características, sus formas de ejercicio con sus límites y sus garantías, llegando hasta los escraches y el Procés. Con precisión, rigor y técnica explica la autora este derecho, lo que nos permite enjuiciar su importancia y su respeto en nuestra sociedad, permitiendo que el lector o lectora pueda juzgar por sí mismo la calidad democrática del Estado en el que le ha tocado vivir.

Iñaki Lasagabaster Herrarte, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad del País Vasco y abogado.

En un momento político convulso en que el ejercicio de derechos fundamentales se ha visto en ocasiones restringido, Mercè Barceló nos guía magistralmente hacia el estudio del núcleo duro del derecho de reunión y manifestación, derecho que se encuentra tan estrechamente ligado a la libertad de expresión como máxima por excelencia del principio democrático participativo. Como podrá comprobar el lector, la autora abarca los requisitos que deben cumplirse para su correcto ejercicio así como los límites que le son oponibles, sin olvidarnos de la colisión de derechos que puede acarrear el ejercicio del derecho de reunión y manifestación pacífica. También se abordan las consecuencias que se derivan del ejercicio ilegítimo del mismo y, en especial, la responsabilidad penal que puede llegar a predicarse, analizando desde la Sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo sobre el Procés -así como las consecuencias que conlleva para el futuro ejercicio de dicho derecho fundamental-, hasta los escraches como modalidad de ejercicio del derecho de reunión, cuya protección, según Barceló, solo puede ser decidida caso por caso. Todo ello, sin pasar por alto la complejidad vivida para el ejercicio del mencionado derecho en tiempos de pandemia y la discutida constitucionalidad de algunas de las medidas restrictivas aplicadas. En definitiva, una obra magistral de obligada lectura para comprender la evolución de un derecho tan representativo de la libertad democrática de un país como es el derecho de reunión y manifestación.

Jordi Pina. Abogado.

Los derechos fundamentales son diques de contención democrática de los excesos del poder. Y vivimos un tiempo en el que son más necesarios que nunca. El populismo creciente y el autoritarismo latente quieren revisarlos y volver a perimetrarlos, y entre ellos, como el que más, el derecho de reunión. Escribir, pensar y debatir sobre el derecho de reunión es también una manera de hacerlo fuerte y de hacerlo presente. La profesora Mercè Barceló describe en este libro de manera didáctica y rigurosa la naturaleza de este derecho. Lo hace sin las cotillas de la jurisprudencia de los tribunales españoles, en una visión integral, detallada y de mirada amplia, desde la experiencia que le aporta el conocimiento de casos concretos y la participación en el asesoramiento de litigios estratégicos. Por ello, nos proporciona un instrumento muy útil para aquellas personas que ante los Tribunales, la academia o los espacios de debate social intentamos robustecer el derecho de reunión como aquella ágora colectiva e imprescindible de los sistemas democráticos.

Benet Salellas. Abogado.