¿Es Cataluña el centro de España y Barcelona su ?auténtica? capital?
¿Es posible interpretar y analizar la historia de la España
republicana (1931-1939) sin situar el foco en los vaivenes políticos,
sociales y culturales catalanes? La respuesta es simple e inequívoca:
no. Por lo menos eso es lo que desprende de un exhaustivo
estudio de los informes diplomáticos y de la prensa mundial de
aquellos fulgurantes años. De la mirada extranjera sobre España
y de cómo esta fue transmitida a los gobiernos y opiniones públicas.
Y es que durante la convulsa década de los años treinta
del siglo XX, mientras Europa se enzarzaba en los prolegómenos
de la II Guerra Mundial, algunos escenarios periféricos gozaron
de un protagonismo inesperado. Porque en Cataluña había dos
grandes focos de inestabilidad que podían hacer estallar España:
el catalanismo gubernamental potencialmente independentista y
el obrerismo anarquista. Porqué la política catalana, más allá de
España, era política europea y así se interpretó.

Arnau Gonzàlez i Vilalta (Barcelona, 1980).
Profesor del Departamento de Historia Moderna
y Contemporánea de la Universitat Autònoma de
Barcelona y miembro del Grupo de Investigación
PICEC. Autor de una veintena de monografías, se
ha especializado en el período la II República Española y la Guerra
Civil en el contexto de la Europa de entreguerras, en el estudio del
nacionalismo catalán en los siglos XX-XXI, la diplomacia y, desde 2018,
en la historia de la fotografía a través de la obra de Antoni Campañà.
En estos momentos, su investigación está centrada en el estudio de la
diplomacia europea y latinoamericana, así como en la mirada francesa
a la Cataluña franquista. Actualmente trabaja en una obra que llevará
por título El mundo de los años treinta a través de la diplomacia
argentina y en diversos proyectos de historia de la fotografía.