Siendo México, sin duda, uno de los países cuyo mestizaje cultural puede considerarse como uno de los más ricos del continente, resulta claro que haya sido el tema de una polémica que se remonta a los orígenes mismos de este encuentro de culturas. Agustín F. Basave reconstruye la fuerza del significado del mestizo como imagen emblemática de un nacionalismo que, desde don Andrés Molina Enríquez, ha pasado a ser un lugar común de esta polémica.

En América Latina, la diversidad de enfoques en torno al mestizaje ha convertido a éste en un tema histórico abierto a la controversia, desde las perspectivas que lo cuestionan o rechazan totalmente hasta aquellas que lo invocan como piedra de toque para alcanzar una definición cultural que propicie la solución de problemas sociales. EnMéxico mestizo, Agustín Basave se aboca a la tarea de aclarar los puntos nodales de lo que él llama "mestizofilia", es decir, "la idea de que el fenómeno del mestizaje -la mezcla de razas y/o culturas- es un hecho deseable". El autor recapitula en estas páginas las ideas de Andrés Molina Enríquez (1868-1840) -a quien considera el primer defensor obsesivo de un México mestizo- para recorrer bajo las premisas de este concepto etapas cruciales de la historia mexicana: desde la Colonia hasta la actualidad, pasando por la Independencia, la Reforma, el Porfiriato y la Revolución. Esto le permite analizar la importancia que ha tenido el llamado "linaje hispano-indígena" en la historia y la cultura mexicanas, y la manera en que personajes como Francisco Pimentel, Vicente Riva Palacio, Manuel Gamio y José Vasconcelos lo han definido.