Cesta de la compra

Mi vida en Al Qaeda. La historia del yihadista danés que espió para la CIA

Autor Morten Storm / Paul Cruickshank / Tim Lister

Editorial EDICIONES PENINSULA

Mi vida en Al Qaeda. La historia del yihadista danés que espió para la CIA
-5% dto.    5,95€
5,65€
Ahorra 0,30€
No disponible, consulte disponibilidad
Envío gratis a partir de 19€
España peninsular
  • Editorial EDICIONES PENINSULA
  • ISBN13 9788499424385
  • ISBN10 8499424384
  • Tipo LIBRO
  • Páginas 450
  • Colección HUELLAS #
  • Año de Edición 2015
  • Idioma Castellano
  • Encuadernación Rústica

Mi vida en Al Qaeda. La historia del yihadista danés que espió para la CIA

Autor Morten Storm / Paul Cruickshank / Tim Lister

Editorial EDICIONES PENINSULA

-5% dto.    5,95€
5,65€
Ahorra 0,30€
No disponible, consulte disponibilidad
Envío gratis a partir de 19€
España peninsular

Detalles del libro

Morten Storm siempre fue un yihadista poco convencional. Danés, pelirrojo, de metro ochenta y cinco de altura, pasó su adolescencia metiéndose en líos con su banda de moteros y entrando y saliendo de la cárcel. Pero un día Storm leyó un libro sobre Mahoma y se embarcó en una metamorfosis que le llevaría a una escuela de yihadistas en Yemen y a convertirse en amigo personal de Anwar al-Awlaki, el rostro más conocido de Al Qaeda en la península arábiga. Y, diez años después, tras una crisis de conciencia, a ser agente doble para la CIA, el MI5 y los servicios de inteligencia daneses. Estas son las memorias de un joven que buscó darle sentido a su vida a través de una rama radical del islam, de un yihadista que llamó a su hijo Osama en homenaje a Bin Laden, pero que, al cabo, no solo repudió el extremismo sino que durante cinco años realizó tareas de espionaje de altos vuelos que pusieron en peligro su vida. En las páginas de este libro se esconde un viaje a las tripas del yihadismo como no se ha visto hasta ahora, pero también al interior de varias de las agencias de espionaje más poderosas del mundo: sus manejos, rivalidades e interioridades, y el uso despiadado que hicieron de una joven rubia a la que ofrecieron como cebo a Al-Awlaki.