Michael McClure es un integrante esencial del núcleo de los poetas beat vinculado al Renacimiento Poético de San Francisco en los años cincuenta. McClure llegó a San Francisco en 1954, y se llegó a identificar de tal manera con la ciudad que, a mediados de los 60, alguien como Barry Miles —un activista (contra) cultural conectado con los Beatles— le consideraba «el príncipe de la movida de San Francisco». Presente en los momentos icónicos de la andadura beat, los temas que trata y la manera en que lo hace inciden aún más en la centralidad de su conexión con este movimiento. Así, es el más joven de los poetas que leyeron —los otros fueron Ginsberg, Gary Snyder, Philip Whalen y Philip Lamantia— en la histórica lectura celebrada en 1955 en la Six Gallery de San Francisco. Uno de los dos poemas con que allí contribuyó un McClure de apenas 22 años, «Por la muerte de 100 ballenas», ya prefiguraba lo que será una de las preocupaciones esenciales de su poesía, en sintonía con los otros miembros del grupo: una suerte de ecologismo avant la lettre. «La Generación Beat va, sobre todo, de naturaleza —el paisaje de la naturaleza en el caso de Snyder, la mente como naturaleza en el caso de Ginsberg. La conciencia es un fenómeno de naturaleza orgánica. Los beats compartían su interés por la Naturaleza, la Mente y la Biología -áreas que expandieron y sustentaron con su radical toma de postura política o antipolítica».