Todo irá bien, todo irá bien, todo acabará saliendo bien
Editorial EDICIONES DESTINO, S.A.
Envío gratis a partir de 19€
España peninsular
España peninsular
Burt Hecker tiene 60 años, una nariz enorme y es profesor de Historia. Ha decidido vivir como en la época medieval: hacer sus propias ropas, sin utilizar tejidos modernos, preparar todos sus alimentos. Tiene dos hijos, extraños...
Leer más...- Editorial EDICIONES DESTINO, S.A.
- ISBN13 9788423341245
- ISBN10 8423341240
- Tipo LIBRO
- Páginas 288
- Colección Áncora & Delfin #1140
- Año de Edición 2009
- Idioma Castellano
- Encuadernación Rústica con solapas
Materias
Narrativa En CastellanoTodo irá bien, todo irá bien, todo acabará saliendo bien
Editorial EDICIONES DESTINO, S.A.
Burt Hecker tiene 60 años, una nariz enorme y es profesor de Historia. Ha decidido vivir como en la época medieval: hacer sus propias ropas, sin utilizar tejidos modernos, preparar todos sus alimentos. Tiene dos hijos, extraños...
-5% dto. 19,50€
18,53€
Ahorra 0,98€
No disponible, consulte disponibilidad
Envío gratis a partir de 19€
España peninsular
España peninsular
Detalles del libro
Burt Hecker tiene 60 años, una nariz enorme y es profesor de Historia. Ha decidido vivir como en la época medieval: hacer sus propias ropas, sin utilizar tejidos modernos, preparar todos sus alimentos. Tiene dos hijos, extraños también y con ciertas disfuncionalidades. Tras la dolorosa muerte de su mujer, Burt vive totalmente absorto en el santuario de su falso mundo medieval, y tras vender la casa familiar, emprende una peregrinación hacia Europa en busca de su hijo. Un viaje realmente insólito, tan fantástico como caótico, tan divertido como conmovedor. Tod Wodicka nació en 1976 en Glens Falls, NY, pero vive en Berlín. Se ha publicado en UK y en USA.
Tom Wodicka ha creado un antihéroe hilarante y trágico, un peculiar «caballero artúrico» en "Todo irá bien, todo irá bien, todo acabará saliendo bien" La prensa ha dicho: «De una imaginación maravillosa, Tom Wodicka ha creado una historia que desborda humor y ternura.»The Guardian