María Goyri y Ramón Menéndez Pidal vivieron una auténtica pasión -a menudo olvidada- por Lope de Vega, como poeta de romancero y como protagonista de las más sonadas aventuras amorosas del momento. A él le dedicaron una atención sostenida a lo largo del tiempo, como lo demuestran los trabajos de estos dos eruditos filólogos. Lope fue en ellos una constante, desde el influyente artículo que don Ramón le dedicara en 1935 al Arte nuevo de hacer comedias hasta La juventud de Lope de Vega de doña María, 'la sorpresa que ha de dar después de muerta' -según se decía en el ámbito familiar- y que permaneció inédita hasta que en 2016 se publicó en esta misma colección.Para evidenciar de manera palpable esa vía de estudio que acompañó al matrimonio durante toda su vida, hemos atendido además de manera particular a su biblioteca de trabajo, que se conserva sin apenas cambios en la Fundación Ramón Menéndez Pidal. El catálogo que ofrecemos al final de este libro es la mejor muestra del peso que tuvo Lope de Vega entre los intereses de trabajo de don Ramón y doña María.