Durante muchos milenios las diversas culturas de la especie humana han convivido en armonía con sus ecosistemas, siendo parte del equilibrio natural entre todas las especies animales y vegetales.

La acelerada reducción de esta diversidad cultural en los últimos siglos ha conllevado también la extinción de infinidad de especies.

En la combinación de los avances científicos y tecnológicos, con la sabiduría ancestral de esos pueblos originarios, con sus adaptaciones y respeto a la naturaleza, tenemos las soluciones a los tremendos retos a los que nos enfrentamos como especie que necesita con urgencia, recobrar la armonía con nuestra madre naturaleza.