La fotografía como poesía y su conversación.

Del dialogar sosegado surge la inquietud por la creación; de su oscura oquedad, como de la cavidad en la que se adentra la luz, asoma el logro en que la poética del lenguaje debe recabar. El alcance infinito de los conceptos que puede asumir una fotografía parte del origen de su creación, inicio que cada autoría suele para sí preservar; un saber que, tras consensuada complicidad, es deber arrebatarle porque de sus palabras se conforma un orden inmutable: el de su anterior sentir y posterior pensar. Sobre la creencia en este concebir, legado por María Zambrano, se asienta la fotografía como poesía.

En cada día de la correspondencia se constata una reiterada convicción: que la teoría sobre la creación artística parte del soliloquio entre la autoría y su obra y, posteriormente, de compartir en conversación su vislumbre. 

Autorías en correspondencia: 

Juanan Requena, Guadalupe Arriegue, Pablo López, Iciar Vega de Seoane, Camilla de Maffei, Israel Ariño, Estefi Brussa, Lorena B. Grabinski y Teresa Sebastián.