La potestad jurisdiccional consiste en la actuaci¢n o realizaci¢n delderecho, es decir, la aplicaci¢n del derecho al caso concreto. Losjueces y magistrados, integrantes del Poder Judicial, a quienesnuestra Constituci¢n atribuye en exclusiva dicha potestad, son,necesariamente conocedores de las normas jur¡dicas.



El conocimiento del derecho por parte de jueces y magistradoses, posiblemente, tan incontestable como el desconocimiento, por parte de los mismos, de much¡simas materias, ciencias o t?cnicas que, conocasi¢n del ejercicio de la potestad jurisdiccional pueden resultaresenciales para discernir o determinar hechos que resultan relevanteso determinantes del contenido de sus resoluciones.



El Diccionario de la Real Academia Espa¤ola define al peritocomo ?experto o entendido en algo?, y el Diccionario Panhisp nico delespa¤ol jur¡dico lo hace en los siguientes t?rminos: ?Experto en unamateria a quien se le encomienda la labor de analizar desde un puntode vista t?cnico, art¡stico, cient¡fico o pr ctico la totalidad oparte de los hechos litigiosos.?



La funci¢n de losperitos consiste, as¡, en aportar sus conocimientos t?cnicos,cient¡ficos, art¡sticos o pr cticos para que el juez o el tribunalpuedan valorar o adquirir certeza sobre los hechos en relaci¢n a loscuales el perito emite su informe.



Por supuestoque, de un perito, se espera que tenga un alto nivel de conocimientode la materia sobre la que versar  su informe, pues para ello sesolicita su dictamen. Pero por si solo, dicho conocimiento noresultar  suficiente si el perito no cultiva, a la vez, la capacidadde transmitir dicho conocimiento a personas que, precisamente, carecen de los conocimientos por los que ha sido llamado, y que tampoco,necesariamente, son conocedores del lenguaje especializado propio desu  mbito.



La important¡sima tarea del peritoconsiste pues, no s¢lo en aportar sus conocimientos espec¡ficos alproceso, sino, muy principalmente, en hacerlo de tal forma que losoperadores jur¡dicos (y singularmente los jueces y magistrados) que se encuentren en las salas de vistas puedan comprenderlos adecuando susrespectivas actuaciones procesales a lo manifestado por losperitos.



El perito, por tanto, es una pieza claveen el proceso, que resultar  m s determinante de su resoluci¢n cuantom s sea capaz de ejercer como traductor e incluso como glosador, esdecir, cuanto m s inteligible y comprensible sea su informe.



Todo ello, por supuesto, sin que el perito puedapermitirse perder en ning£n momento la objetividad que ha jurado oprometido mantener en el momento de emitir su dictamen.



El presente manual, as¡ como el curso al que sirve, ofrecen alos peritos los conocimientos necesarios para desarrollar susfunciones con un conocimiento cabal del  mbito legal y judicial en elque desempe¤ar n su funci¢n. Cumple, adem s, con la exigencia que sepredica en las l¡neas anteriores: no s¢lo se exponen conocimientoste¢ricos utilizando lenguaje jur¡dico, sino que se explica, de maneraperfectamente comprensible, en qu? debe consistir la pr cticapericial.



Dra. CRISTINA SALA DONADO

Professora Associada de Dret Processal, UdG.

Jutgessasubstituta.