El nuevo libro de poes¡a de uno de los mayores autoreslatinoamericanos, el peruano-argentino Reynaldo Jim?nez.Modernidadrenovada y concentraci¢n en los sonidos desde la unidad m¡nima, laletra, que enlaza al lenguaje, lo acusa y recusa, que apela, bu­clea,impresiona y perturba bajo la £nica potestad de una sensible texturamusical.La condensaci¢n sonora a la que nos invita ,Jana ,esla invocaci¢n de la presencia de un esqueleto que habita enrollado enla lengua como una constelaci¢n. A medida que se desenrolla ,Jana ,se dispersa para volver a contraerse y otra vez dispararse en unlatido que pretende alejarse pero que es cada vez m s ¡ntimo. Elhilo-r¡o-ra¡z-silencio rumia las palabras y sus reflejos-ecos dejanfiligranas cong?nitas del s¡stole y di stole del lenguaje.¨Qu?es ,Jana? ¨Qui?n es ,Jana? ¨La versi¢n femenina de Jano?¨Ant¡gona lazarilla desobediente lengua? ¨La madre todaporosa dellenguaje? Las vibraciones ?espectros corporales? que resultan de lalectura de ,Jana ,culminan por indecir lo pensado: elparad¢jico di logo del lenguaje consigo mismo. El engranaje queretumba hasta diluirse. Y, sin embargo, cada poema est  cubierto porla p tina del juego, juego que amenaza, vela y descubre al lugarcom£n.Reynaldo Jim?nez abre las puertas del templo para se¤alar queest  en guerra contra cualquier domesticaci¢n y suelta un cr¡pticoespiral donde a las palabras le salen dedos, u¤as, pezu¤as, orejas yse reacomo­dan como diamantes clandestinos en la estructuraritual: ,¨Qu? aserr¡n har  ,rancios los ratos?Jana ,sabeque es conjuro, ,espej¡menez, y ve porque no ve en ,supire ,la interfaz donde aparecen arca¡smos, lenguas muertas oinventadas, cascadas de palabras sueltas ?¨acaso estuvieron alguna vez atadas?Federico Barea