Todo el mundo tiene deseos de cosas imposibles o, al menos, improbables. El de Víctor es reco-rrer países conociendo ciudades, chicas y, sobre todo, a sí mismo. El de Álex es besar a su mejor
amigo. Y es que Víctor y Álex siempre han estado juntos y no sabrán cómo afrontar ciertas cosascuando sus caminos se tengan que separar. Lo que descubrirán es que, cuando perdemos aquello
que llevamos persiguiendo tanto tiempo, otras cosas aparecen y puede que constituyan la res-puesta que tanto anhelamos. Pero ambos saben que, con una sola llamada en el momento indica-do, aquello que creían olvidado puede tomar una nueva fuerza y sus secretos podrán salir a la luz.