Tras la condena de la Brigada Al-andalus y bajo el amparo de micondici¢n de testigo protegido, iniciaba un proceso de recuperaci¢ncon la esperanza de que la calma llegara a mi vida.
Las amenazas,la lucha por la protecci¢n y supervivencia de mi familia,
mellevaron a la carrera m s trepidante en la lucha anti-terrorista.
Una batalla donde la realidad siempre ha superado a la ficci¢n, dondeen muchos momentos de mi vida, me pregunt?: ¨Por qu?yo?

Obligada a conseguir la patria potestad de los menores,para que el tsunami del yihadismo no pudiera arrastrarles con ?l, mevi inmersa en la peor de las pesadillas, teniendo que defenderme delos mayores peligros que pueden acontecer a una persona cuando seembarca en la batalla m s dura a la que alguien se puedeenfrentar.

Una historia real, donde cuando ya pens? que podr¡ainiciar una vida en paz junto a mis hijos, nuevamente el radicalismoextremista volvi¢ a golpearme duramente.