La elegancia, la claridad y la agudeza de estas p ginasdeleitar n tanto a los fieles seguidores de James Salter como a losque se acerquen a su obra por primera vez.

En estas tresconferencias dictadas en la Universidad de Virginia a los ochenta ynueve a¤os, pocos meses antes de morir, James Salter desmenuza losaspectos esenciales de su oficio con el mismo tono ¡ntimo y directotan apreciado por los amantes de la buena literatura.

Rememorandosus libros y autores predilectos -entre ellos, Madame Bovary, los cuentos de B bel, C?line o Faulkner-, Salter desgrana los desaf¡os que invariablemente balizan la carrera de todo escritor: las cartas de rechazo, las rese¤as desfavorables o los desvelosecon¢micos. Asimismo, como narrador de vocaci¢n tard¡a, se interrogacon acerada lucidez sobre los motivos que lo impulsaron a escribir:¨fue s¢lo por dinero? ¨O tambi?n en busca de reconocimiento oadmiraci¢n? Ante las innumerables posibilidades que ofrece la hoja enblanco, Salter nos conf¡a su meditada respuesta: elaborar un estiloque logre captar la experiencia real ante la certeza de que lo que noqueda escrito se desvanece.

El gran novelista norteamericanoexpone los misteriosos engranajes que consiguen transformar eintensificar nuestra percepci¢n de la realidad, as¡ como revela cu les son, a su juicio, las lecturas imprescindibles.

La cr¡ticaha dicho...
®En las breves p ginas de estas charlas sobre elarte de la ficci¢n se aprende tanto que uno tiene la sensaci¢n deescuchar la voz de James Salter.¯
Del pr¢logo de Antonio Mu¤ozMolina

®La precisi¢n de su prosa era inmutable, ya fuera cuando Salter escrib¡a sobre el deseo sexual, o cuando su protagonistaparticipaba en misiones de combate en Corea. Siempre lograba expresarde manera sucinta lo que cre¡a: "l estilo es el escritor en sutotalidad." Estas conferencias hacen que lo eche de menos, a ?l y a su voz generosa y certera.¯
John Irving

®Un £ltimo y generosoregalo del gran James Salter. El lector palpa su devoci¢n por laliteratura en cada p gina, as¡ como su legendaria minuciosidad. Todoaspirante a escritor deber¡a leer este libro, aunque s¢lo fuera paratener una somera idea de lo que piensa y siente un maestro: desde lom s concreto a lo m s po?tico, aunque siempre respetando el misterioque debe latir en el interior del arte con may£sculas.¯
GeorgeSaunders