La obra está articulada en torno a diez entrevistas con víctimas y familiares de ETA, correspondientes a la época previa al asesinato de Miguel Ángel Blanco. Son lo que Isabel y otros periodistas denominan 'los años de plomo': años de sangre, violencia y claudicación frente al terror, en los que el miedo se abatió sobre las conciencias; un periodo en el que las víctimas del terrorismo no conseguían el reconocimiento actual, donde sus familiares se tropezaban constantemente con el silencio vergonzante. La intención de Isabel San Sebastián es destacar el lado humano de la tragedia.