Venecia es una de esas ciudades evocadoras que ha construido su particular iconografía en nuestro acervo cultural a golpe de vaporetto y humedad pestilente: la Serenissima, la ciudad de los canales y del romanticismo, la reina del baile de máscaras y de la decadencia... ¿Y quién no ha fantaseado alguna vez con una Muerte en Venecia?
Estas imágenes latentes son resquicios de la gran potencia cultural que llegó a ser la ciudad italiana tiempo atrás, como se refleja en la exposición que nos regala La Pedrera Pasión y negocio. El arte en la Venecia de los siglos XVII y XVIII. Un paseo por tres siglos de historia, desde finales del XVI hasta inicios del XIX, a través de un centenar de obras entre pinturas, dibujos, grabados, esculturas y libros.
Esta muestra no supone simplemente un itinerario por la creación artística de una ciudad en un período concreto, sino que busca plasmar también el devenir vital de Venecia en un momento en el que vuelve a coger el cetro cultural para marcar tendencias. A pesar del ocaso político y socioeconómico que vivirá en estos años, Venecia persistirá en su pasión y comercio artístico, lo que le permitirá seguir irradiando una deslumbradora imagen de esplendor gracias a sus creadores que soterrará el abismo hacia la decadencia.
Colores vibrantes, el dominio de la recreación de las tinieblas y la luz, el nacimiento del paisaje urbano, la mesura del neoclasicismo, éstos son algunos de los matices artísticos que le debemos a Venecia y que podremos contemplar en esta exposición. La magnificencia cultural que ha hecho legendaria a la capital del Véneto.