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Venados que se quedan atrapados entre los árboles debido a sus cornamentas enormes; albatros que se rompen el cuello durante un aterrizaje; gordos abejorros que apenas pueden tomar una curva al volar; cocodrilos que se zampan a sus propias crías...

El periodista científico Jörg Zittlau nos explica por qué tantas especies de animales han podido eludir el proceso de selección natural, gracias a la suerte. Y lo hace con humor y un lenguaje totalmente accesible al más puro estilo de un libro de anécdotas, pero sobre animales.

Las culebras, por ejemplo, adoran ciertas comidas que les producen envenenamiento; las focas son daltónicas para el color azul del mar,
y los cisnes suelen enamorarse de los botes de pedales.

Si bien la teoría de la evolución constata que siempre sobrevive el más fuerte, Jörg Zittlau nos describe en este libro una serie de características y curiosidades desarrolladas por ciertas especies que no parecen atenerse a dicha teoría y han buscado su propio camino. Y a pesar de permitirse todo tipo de caprichos y hándicaps, han conseguido evitar quedarse en la estacada en la carrera de la selección natural. En algunos casos habrá sido pura suerte, en otros será que han sido capaces de desarrollar vías alternativas para sobrevivir.

El autor también pone bajo la lupa al Homo sapiens, cuya constitución física revela infinidad de errores. Nosotros, los seres humanos, no somos por lo tanto ninguna gloriosa excepción, más bien somos tan imperfectos como el resto de la naturaleza.

¡Pero no hay nada que temer!
La consoladora conclusión es que no todo tiene que ser perfecto para funcionar bien.