es una frase muy común en los emails que Walter Lewin recibe a diario de fans cautivados por sus sobre las maravillas de la física, y es que desde el momento en que sus clases estuvieron disponibles en internet, Lewin se convirtió en una celebridad en YouTube, y cerca de mil personas descargan sus grabaciones cada día. Durante cuarenta y tres años como profesor en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), Lewin perfeccionó su peculiar arte de enseñar y de hacer de la física algo accessible y divertido.