Había una vez una niña con un hambre infinita, tremenda, que no podía saciar ni con almendras, ni con palos de regaliz, ni con nada. Por eso, su abuelo le propuso que se comiera unos cuantos libros. ¿Conseguirá acabar con ese apetito voraz? Un divertido libro que fomenta la lectura y la imaginación.

La protagonista es una niña a la que le encanta comer... demasiado. Su abuelo, tratando de corregir su conducta y de inculcarle mejores hábitos, pone a su alcance un libro. Ella no le presta atención hasta que un día, aun habiendo ingerido toda clase de alimentos y chucherías, sigue sin saciarse. En ese momento le empieza a atraer el olor del libro. La curiosidad la lleva a abrirlo y a "probarlo". A pesar de sus reticencias, se da cuenta de que está sabroso y le gusta. Ese primer bocado le abre las puertas de la Literatura y va de  una historia a otra recorriendo todos los clásicos (Alí Babá, La Bella Durmiente, Blancanieves...) Su insaciable apetito de letras le hace terminar con todos los libros que hay en su casa y, después, descubre el suculento mundo de la biblioteca. Recorre diversas tradiciones culturales y por último decide hacerse "cocinera de historias".

Un relato humorístico para iniciar a los más pequeños en la lectura.