Al comienzo del tercer milenio, el género humano se enfrenta a problemas urgentes de extrema gravedad, que abarcan desde el futuro de la naturaleza hasta el de los seres humanos. Pero la era digital pone a nuestro alcance sofisticadas tecnologías que ofrecen la posibilidad de resolver problemas de forma más rápida y económica, y también de intervenir de un modo inmediato a nivel planetario. Nadie como los jóvenes tiene el privilegio de ser tan competente en el manejo de los sitemas informáticos, así que de ellos depende en buena medida el futuro. Pero esta responsabilidad impone a la juventud la obligación de respetar unos valores éticos al desempeñar sus actividades en distintos ámbitos y el deber de no olvidar la importancia de ofrecer ayuda a las poblaciones de los países en vías de desarrollo. Tiempo de acción insta a los lectores a pasar de las palabras a los hechos. Ha llegado la hora de actuar.