Los actuales progresos científicos han logrado identificar los procesos moleculares y celulares que participan del evocar (recupero de la información aprendida) a nivel de la Consolidación Sináptica, como del Sistema de Consolidación; pero algunos psicoanalistas han resuelto que los pasos neuroquímicos mediante los cuales la evocación logra desestabilizar la memoria consolidada a partir de la disparidad que pudiese suscitarse entre la expectación y la no confirmación de la misma, no es de su interés científico. Flaco favor les hace su desprecio. Las investigaciones actuales han aportado justificación científica a supuestos largamente sostenidos por el psicoanálisis, que otrora hubo dejado incompletos por limitaciones de laboratorio de su época, y que hoy revindican su práctica, como lo es el caso de la evocación de la escena traumática en el contexto del análisis de transferencia, certificando al recurso como de estricta oportunidad para su modificación, dejando atrás la mezquina confrontación escolástica entre psicoanalistas y organicistas. Finalmente, estos desarrollos han logrado otorgarle legitimidad académica al fundamento del dispositivo psicoanalítico por el que fuese injuriado por décadas de "no científico".