La asamblea es la esencia (y también el origen) de la democracia participativa. Es el lugar de mayor poder en los grupos, las organizaciones y las sociedades que quieren ser horizontales. Para muchas personas el camino a una sociedad igualitaria debe ser esencialmente asambleario.
La práctica de buenas asambleas es el resultado de una compleja obra colectiva que requiere tiempo y aprendizaje. Se aprende a hacaer mejores asambleas y también se "aprende" a deteriorarlas.
En este texto se ofrecen herramientas reflexivas y prácticas para mejorar la realización de las asambleas. Se habla en él de la facilitación, del consenso, de las interacciones, de la memoria grupal, de algunas técnicas de división de grupo, de la compleja gestión de los acuerdos, de los dilemas de la participación, de los problemas comunes, de los trabajos previos...
Nace de cientos de horas de participación en encuentros colectivos, de decenas de personas y grupos con los que hemos conversado y aprendido, d ela construcción colectiva de la Comisión de Educación de Ecologistas en Acción. Es necesariamente, una obra pendiente de ser completada con nuevas reflexiones y experiencias.
La asamblea es lugar privilegiado para construir democracias participativas, y también lo es para desarrollar la inteligencia colectiva. Necesitamos de ambas, inteligencia y democracia, para mirar al futuro con esperanza.