Chica conoce a un chico…
El chico resulta ser un hombre…
Hombre que dice ser Romeo…
A Abril le recuerda a su actor preferido. Él es moreno con los ojos color miel, y guapo a no poder más… Abril pone en marcha todos sus encantos para que Romeo caiga en sus redes, pero Romeo se muestra impasible ante su coqueteo. Ella quiere ser más tentadora que la jugosa manzana a la que se rindió Eva en el Paraíso, y Romeo refuerza su postura dejando claro que no hincará un diente en esta fruta prohibida…
Pero Romeo es como el perro del hortelano: ni come ni deja comer; y Abril tiene claro que, si no come cuando se lo ofrecen, no comerá cuando le plazca.
Una historia intensa donde descubriremos el poder de los sentimientos y cómo son estos mismos los que derriban cualquier obstáculo. Porque el amor no entiende de razones ni de piedras en el camino… ¡Ay, Romeo, Romeo…!