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El concepto occidental de belleza creado por los griegos estaba determinado por el canon, que hacía de ella algo concreto y mensurable. Convertida en la meta a alcanzar por el arte, la norma estética se definió en términos matemáticos, de orden y armonía, hasta el siglo XVIII. Así, el camino de la belleza quedó delimitado por la historia, que la fue haciendo cada vez más permeable a nuevos planteamientos. De este modo, la idea moderna de libertad fue infiltrándose en todos los ámbitos de la cultura, hasta finalmente desplazar la noción clásica de belleza, en favor de la norma individual que define el arte actual. De la mano de dieciséis prestigiosos especialistas, nos aproximamos a las distintas disciplinas, teorías y obras que atesoran los valores estéticos de cada época y estilo. Descubriremos así, no solo el devenir histórico de la belleza, sino también la escurridiza frontera de los límites del arte.