La operación para liberar a Mussolini, prisionero en un hotel de alta montaña en la cima del Gran Sasso, es sin lugar a dudas una de las acciones más espectaculares no solo de la Segunda Guerra Mundial, sino también de toda la historia militar.

Los paracaidistas alemanes, la élite dentro de la Wehrmacht, fuero los encargados de organizar el rescate en un tiempo récord, ejecutando una audaz operación combinada y perfectamente sincronizada entre un destacamento terrestre y otro aerotransportado. La sorpresa y la rapidez fueron las principales bazas de los Fallschirmjäger, sorprendiendo a la guarnición italiana que custodiaba al Duce.

Por razones políticas Otto Skorzeny, el hábil oficial de las SS, también participó en la operación al frente de una docena de sus comandos,. La propaganda y sus buenas conexiones con Himmler le convirtieron en el falso héroe de la misión sobredimensionándose su papel en todo el operativo de búsqueda y rescate de Mussolini.

Basándonos en el testimonio de varios protagonistas de esta increíble acción, así como analizando los principales documentos (cartas e informes del general Student, entre otros) y la abundante bibliografía al respecto, desmontamos el «mito Skozeny», poniendo en su justo lugar a todos los que participaron en lo que Churchill denominó «audaz golpe alemán en el Gran Sasso».