Este tratado, impreso por primera vez en 1942 y justamente reputado como una de sus grandes obras, apela a verdades universales y desarrolla una doctrina precisa en defensa de la razón cristiana.

Del único modo de atraer a todos los pueblos a la verdadera religión es a la vez una disertación vigorosa sobre la labor evangelizadora y ?en palabras de Lewis Hanke? ?el esfuerzo mayor que jamás se haya visto en el mundo para hacer prevalecer la justicia y los preceptos cristianos?.

Pocos escritos han tenido un efecto tan inmediato como este tratado. Y aunque solo se han conservado algunos fragmentos del manuscrito original aún se pueden apreciar los conceptos esenciales que lo convirtieron en uno de los más discutidos y relevantes durante la conquista de América. La audacia y originalidad de esta obra se deben a que, mientras evangelizadores y conquistadores consideraban ?necesario que los indios sintieran la fuerza del brazo para que fueran con ello adoctrinados en la fe?, aquí se promulgaba la sutil persuasión del entendimiento como la única manera de influir en los seres racionales.