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22 agosto: existe un remedio universal para restablecer la salud y el equilibrio del organismo. Ese remedio es el amor. La vida y el amor van Unidos, y para que la vida circule en abundancia, es preciso llamar al amor. Si, la vida nace del amor. Donde hay amor, hay vida; donde el amor se empobrece, la muerte se aproxima. Todas las religiones nos enseñan el amor hacia aquél que da la vida. A este ser que llena el universo, le podemos encontrar por todas partes: está en la tierra, en las plantas, en el agua, en el aire, en el fuego, en nuestro organismo, en el sol, en las estrellas, en todas partes.

Omraam Mikhaël Aïvanhov nació el 31 de enero de 1900, cerca de Serbtzy en Macedonia, y más tarde vivió en Varna Bulgaria. Sus primeros años estuvieron marcados por grandes dificultades: La pérdida de su padre, pobreza, constante agitación social y guerras – Todo esto le dio oportunidades para desarrollar su voluntad, profundizar su conocimiento espiritual y fortalecer tanto su amor como su deseo de servir a sus congéneres. A la edad de 17 años, conoció a Peter Deunov, el Maestro espiritual búlgaro, quien era muy bien conocido en Bulgaria y cuya reputación se había difundido bastante más lejos de su propio país. Por veinte años, los intercambios entre Maestro y discípulo fueron abundantes e intensos. Tras sus estudios universitarios, Omraam Mikhaël Aïvanhov se convirtió en professor y luego en director de un colegio. Al mismo tiempo, siguió fielmente la Enseñanza de Peter Deunov. Siendo un ávido lector de libros de espiritualidad, experimentó espiritualmente las verdades que escuchaba de su Maestro. En 1937, enfrentando la amenaza de la guerra y el ascenso del comunismo, Peter Deunov le pidió a su discípulo que partiera a Francia, con el fin de preservar y continuar su trabajo, y hacer conocida la Enseñanza. Mikhaël rápidamente aprendió francés, y comenzó a dar lecturas en Sèvres, cerca de París. Tal como otros iniciados espirituales, pasó por períodos de profundo sufrimiento, pero a través del poder de su espíritu, pudo transformar esas experiencias en lo que llamó "piedras preciosas”. A pesar de las dificultades, Mikhaël Aïvanhov se mantuvo fiel a la misión recibida, y en forma incansable y desinteresada entregó su amor, su conocimiento y su atención, a todos los que conoció. En 1959, habiendo trabajado por más de veinte años en la tarea confiada a él por Peter Deunov, Omraam Mikhaël Aïvanhov viajó a India, permaneciendo ahí por un año. El 17 de junio de 1959 conoció al Maestro espiritual, Neem Karoli Baba (?-1973), de quien recibió el nombre "Omraam” en circunstancias que nunca reveló por completo. Durante su visita, conoció a muchos otros gurús, incluyendo a Ananda Moyi Ma (1896-1982), swami Nityananda (1896-1961), Anagarika Govinda (1898-1985) y swami Shivananda (1887-1963).